Hace unas semanas, estuvimos hablando del primer tomo de Alias.En aquel, el estilo de Brian Michael Bendis estaba muy marcado, y notábamos en cada página su sello personal. En el segundo tomo, ese estilo se acentúa, pero quizás se percibe como más cuidado y sacando, por fin, todo su potencial en una obra de género negro.
Porque Alias trata de una superheroína, sí. Retirada, pero superheroína, al fin y al cabo. Pero es una historia de género negro, en el que los malos son gente de la calle, con pretensiones sumamente mundanas y sus habilidades, aunque potenciadas y en algún caso incluso omnipotentes, no dejan de ser mafiosillos de medio pelo.
El campo donde Bendis es uno de los mejores narradores del cómic norteamericano. Esta ha sido una de las colecciones más brillantes de los últimos tiempos pre-Civil War de Marvel, donde ya se dejan ver algunos de los puntos que darían pie a la popular saga que ha iniciado la nueva etapa de la editorial.
La responsabilidad de los héroes, las consecuencias de sus actos y las decisiones que toman son el motor de la historia de Jessica Jones, una heroína que sufrío a manos de un villano y que ahora busca olvidar y centrarse en una vida "normal" que no le corresponde y a la que quiere aferrarse aunque el destino se lo impida.
En el apartado gráfico, disfrutamos una vez más del estilo oscuro, más que adecuado, de Michael Gaydos, aunque las escenas con más tinte superheroíco corren a cargo de Mark Bagley, un dibujante que siempre me ha gustado y que pega con las aventuras de un héroe jovencito. Eso sí, quizás los Vengadores le vengan un poco grandes.
Más Bendis, más Gaydos y más historias de género noir que terminan en este tomo. La continuación de esta serie fue The Pulse, que espero que Panini recupere también en este más que adecuado formato.
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