Hay una frase que me gusta usarla de vez en cuando, cuando la situación lo requiere, y es que en ciertas ocasiones es una gran verdad: La realidad supera a la ficción.
Lo triste de esto es que en pocas ocasiones la frase es usada para una buena situación y se saca a relucir en situaciones y épocas como la que estamos viviendo donde parece que nos acercamos más a una realidad como la de "Días del futuro pasado" (cambiando Centinelas por Antidisturbios) que a un mundo al que podríamos llamar "normal". Algo así debieron sentir las millones de personas afectadas por un señor con bigote que intentó conquistar el mundo empezando por realizar un genocidio.
Se han contado muchísimas historias sobre el nazismo, sobre gente que intentó ayudar a judíos a escapar del horror ("La lista de Schindler"), gente que sobrevivió a los campos de concentración ("Maus") y esta historia que os vengo a contar trata sobre un tercer caso, de personas que consiguieron esconderse durante los años que duró la guerra.
Martin Lemelman, hijo de una superviviente, al contrario que otros casos no solía escuchar las historias de su madre y del horror que vivió ya que ella no quería recordar ni mínimanente todo lo que pasó. Pero un día decidió que no quería que se perdiera todo y Martin grabó a su madre con una videocámara mientras ella le contaba como se salvó de una de las partes más oscuras de la historia de la humanidad. De cómo sobrevivieron parte de su familia mientras la otra fue torturada y asesinada, de cómo sobrevivieron al frío, al hambre, a los piojos, a la pobreza extrema...
Años después, Martin Lemelman, ilustrador de libros infantiles, volvió a ver esa cinta y decidió que debía compartirlo con el mundo en forma de esta novela gráfica que vengo a recomendar. A veces más que un cómic parece que estamos leyendo un libro ilustrado, cosa que no extraña sabiendo a lo que se suele dedicar el autor pero que no saca de contexto para nada. El uso de fotos reales de los protagonistas dota de más realismo a la obra implicando más al lector al reafirmar que esto no es ficción sino la vida de personas reales. Historias que por muy duras que sean deben ser recordadas.
Lo que más me ha gustado de esta obra es las expresiones y la forma de contarnos la historia. Casi podía escuchar a una anciana contarme su vida como si de mi propia abuela se tratara y eso es algo muy grande.
Guión y Dibujo: Martin Lemelman
Formato: Libro rústica, 232 págs. blanco y negro
Editorial: Norma
Precio: 21 €
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