La editorial Bonelli está consiguiendo crear un universo
propio, compuesto por colecciones independientes que no tienen una relación
real entre sí. Es muy distinto al que conocemos y que nos llega desde otros
puntos del planeta. Sí, estoy pensando es esos grandes Universos de ficción que
tienen esas grandes franquicias millonarias.
Bonelli ha conseguido crear un grupo de colecciones con lo
más habitual del género que están creciendo poco a poco, dándose a conocer
fuera de Italia y llegando a todos los rincones del maravilloso mundo del
cómic.
Ahí tenemos los casos de Nathan Never, que ya conoces por
las reseñas publicadas en La Novena Página
de sus últimos tomos, además de algún que otro artículo firmado por un
servidor, que ha caído rendido ante las historias de este duro agente en un
ambiente de ciencia ficción que poco tiene que envidiar a otros.
Hoy me detengo en una serie limitada, una colección de 18
números que en España Aleta ha publicado con su tradicional formato de tres
números por tomo. Brad Barron es una serie de ciencia ficción, pero en lugar de
estar ambientada en un maravilloso y caótico futuro, vuelve sus ojos hacia el
pasado, recreando los años posteriores de la
II Guerra Mundial.
En los últimos años 40, la Tierra se ve golpeada por una invasión
extraterrestre y los malvados alienígenas entran en el planeta destrozándolo
todo y buscando la erradicación de la raza humana. Pero hay algo más…
Los aliens quieren saber quien son los humanos y los
investigan. Los prueban y los llevan al límite. Mediante un proyecto de
gladiadores, los enfrentan entre ellos y con otros seres, alienígenas y
terrestres, para saber si son duros, si pueden resultar interesantes y si
pueden dominarlos además de destrozarlos…
En esas se encuentran con el Número 9, Brad Barron, un
científico, ex militar, que ha escrito varias veces sobre la existencia de vida
extraterrestre, fuera de la Tierra. Resulta
ser un ejemplar imbatible, y consigue escapar del férreo control de sus
captores.
La serie nos permite acompañar a Brad, el héroe humano que
se enfrenta una y otra vez a los invasores y les derrota, provocando un serio
desbarajuste en los planes de los invasores. Es algo que se escapa de su
control, como en todas las buenas historias de invasores, acaba provocando su
caída.
No sin ayuda. De otros humanos, pero también de elementos
externos, e incluso, por supuesto, de algún infiltrado entre los temibles
invasores.
El guionista Tito Faraci se encarga de hilvanar la historia
a lo largo de los 18 episodios (6 tomos en España), llevando al protagonista
por la costa Este de Estados Unidos, tras su fuga de la nave nodriza de Nueva
York.
Durante varios meses, Brad conoce a supervivientes, algunos
ocultos, otros que colaboran con los invasores, y se enfrenta a todos los
peligros posibles. Seres mutados, militares desatados e inventores que
recuerdan poderosamente a otros de mundo del cómic, son algunos de sus aliados
y rivales.
Todo para llevarle de vuelta al Nueva York donde comenzó
todo, y planteando un final que cierra un círculo que se abre con la invasión.
El estilo de la narración es el típico de Bonelli, con
números autoconclusivos, pero con una línea argumental muy clara y que avanza a
medida que lo hace la trama. Nada espectacular, pero sí muy funcional, que
consigue crear una historia sólida, entretenida y muy bien contada.
A lo largo de los episodios encontramos algunos momentos
bajos, y episodios no tan redondos, pero la sensación que deja tras su lectura
es agradable, y cumple con su cometido perfectamente.
El aspecto gráfico está tomado por varios dibujantes de la
casa, que imprimen todavía más el “aire Bonelli”. Profesionales que, pese a
tener un estilo muy diferente, consiguen dar al conjunto una uniformidad que ya
les gustaría a otras series corales (en cuestión de autores) y que refuerzan el
sentido de coherencia, que no se pierde en ningún momento.
Bruno Bindisi, Anna Lazzarini, Giancarlo Carcuzzo,
Alessandro Bignamini, Luca Raimondo, Max Avogadro, Giovanni Bruzzo, Alessandro
Nespolino y Walter Ventura son los autores que ponen en imágenes la trama de Faraci
y que crean esa ambientación que reúne la historia, muy contemporánea, de la
invasión alienígena y los diseños que recuerdan a los que se verían en una obra
creada en los años 40 y 50.
Todo un acierto de Aleta, que se publicó en 2010, que está
todavía localizable y que se puede convertir en una excelente opción para
disfrutar este verano. Cada tomo cuesta 15 euros, y es una muy buena serie que
los aficionados a la ciencia ficción de calidad deberían conocer.
Puedes encontrarla en la web de Aleta, directamente, o en
nuestra tienda amiga, Shogún Salamanca, donde seguro que Raúl y Sole te
orientarán sobre esta y otras muchas obras que te interesarán.
excelente entrada.Yo tengo los seis tomos y como tu bien dices es un comic muy recomendado.
ResponderEliminarOjala algun dia aleta saque mas series limitadas como estas.