Dentro de que es una reedición, la editorial ha tirado la casa por la ventana con una edición de lujo con un forro especial de tela y estampación en color plata, que ya, por la citada descripción, merece estar en tu comicteca particular, amigo lector.
Serie original de tres números que se publicó en el sello Vértigo en el año 2004; La historia que aquí se cuenta es a priori bastante sencilla: En unos laboratorios del Gobierno desarrollan 'máquinas de matar' a partir de animales secuestrados. Cuando viene una órden directa de los altos cargos para eliminarlos, el perro, el gato y el conejo se rebelan e intentarán escapar de ellos, buscando su hogar fuera de esas cuatro paredes.
Lo que realmente llama la atención al abrir sus páginas es el arte de Frank Quitely: Hay resoluciones gráficas que yo no había visto hasta ahora, haciendo más hincapié a través de su maestría en las secuencias de batallas, obteniendo de ellas todo un espectáculo visceral y 'gore' que provocó cierta controversia en su momento. En ocasiones, las viñetas salen de la página y sufren transformaciones de distinta índole: Se transforman, se apilan o flotan delante de tus ojos dando como resultado formal una auténtica maravilla gráfica.
Toda esta 'casquería' sirve de contrapunto al sentimentalismo que provoca (al menos a mí) ver a unos animales con una fortaleza increíble y con una valentía fuera de lo común que lo único que quieren es que dejen de perseguirlos y encontrar de nuevo su lugar que le arrebataron.
Otro de los grandes aciertos gráficos está en una secuencia de seis páginas de cámaras de seguridad narrada en un total de 108 viñetas permitiendo que todos los acontecimientos de las diferentes cámaras (con colores diferentes) se experimenten como imágenes en múltiples angulos con la inteligente idea de dividir cada página en 18 viñetas, resaltando esa sensación de claustrofobia que destila todo el conjunto.
Se ha considerado siempre a esta obra de Morrison como un trabajo menor dentro de su amplia y extensa obra, pero las comparaciones son odiosas, y más contando que es una miniserie autoconclusiva. Yo siempre que la leo, logro empatizar con estos animales indefensos y el mensaje que deja Morrisson siempre me llega, haciendo de ella una obra que logra emocionar. Hay pocos guionistas que logren realizar con tan pocos bocadillos de texto una etiología tan veraz de cada uno de los tres animales protagonistas cuando 'hablan', denotando las características de cada especie que todo el mundo conoce.
No puedo acabar la reseña sin mencionar las diez páginas nuevas creadas para la ocasión y la selección tan exquisita de bocetos que comprenden más de 25 páginas de material inédito que saciará el ansia de cualquier lector amante de los cómics que quiera saber más del proceso de una serie que merecía sin lugar a dudas este tipo de edición.
¡Larga vida a ECC Ediciones!
Francisco José Arcos Serrano
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El pro animalismo de Morrison ya se dejó ver en Animal Man, pero aquí alcanza una dimensión nueva y conmovedora. Los humanos son seres crueles que transforman en armas a unos inocentes animales que sólo quieren volver al hogar. Un cómic muy bueno, que hace que me reconcilie con Quitely, un dibujante que nunca ha sido de mi devición, pero que aquí logra sorprenderme.
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